Por los números
Se han realizado estudios para prácticamente todas las condiciones médicas. El mal aliento no es una excepción. Los investigadores han descubierto que alrededor del 40 por ciento de la población mundial tiene algún tipo de halitosis. En España, miles de personas han tenido mal aliento en algún momento de sus vidas. Combatirlo, de hecho, se ha convertido en una industria millonaria
Tu dentista te dirá que la mayoría de los niños no tienen mal aliento todo el tiempo. Si bien algunas personas tienen condiciones médicas reales que causan el mal aliento, con mayor frecuencia es el resultado de algo que tus hijos comieron o de no cepillarse los dientes.
Historia del mal aliento
La halitosis ha sido un problema en situaciones sociales durante miles de años. Se discute extensamente en textos religiosos judíos y por escritores tanto griegos como romanos. El Islam habla sobre el mal aliento en relación con la higiene bucal.
Ha habido muchos, muchos remedios caseros derivados para combatir el mal aliento a lo largo de los siglos. Una de las sustancias más utilizadas es el ládano, que se emplea en toda la región mediterránea para refrescar el aliento. Otros remedios utilizados por diferentes culturas a lo largo de los años incluyen:
- Perejil (Italia)
- Clavo (Irak)
- Cáscaras de guayaba (Tailandia)
- Cáscaras de huevo (China)
En la década de 1960, un hombre llamado Tonzetich comenzó a investigar científicamente el mal aliento y sus causas. Él y su equipo determinaron que la halitosis era un subproducto de la digestión de proteínas que comenzaba en la boca.
Un 70% de las embarazadas padece a lo largo de la gestación enfermedad gingival.
Problemas comunes y causas
En aproximadamente el 85 por ciento de los casos, el mal aliento proviene de la boca misma. Otras fuentes son condiciones subyacentes, como una infección sinusal grave. Las últimas investigaciones muestran que la lengua juega un papel importante en el mal olor de la boca de tu hijo. Ciertas bacterias que residen en la lengua producen compuestos de azufre, que son una fuente principal de halitosis.
Las personas que tienen lenguas con surcos profundos pueden tener más dificultades para evitar que se acumulen las bacterias que causan el mal olor. Una capa de bacterias de 0,1 a 0,2 milímetros de espesor puede crear el ambiente perfecto para el mal aliento. Si la lengua es la fuente principal del mal aliento de tu hijo, el dentista puede saberlo comparando el aliento de sus bocas cuando exhalan.
Saliva y otras causas
La saliva es otra causa del mal aliento, o más exactamente, la falta de saliva, ya que los niveles bajos durante el día contribuyen al mal aliento. Los niveles de saliva están en su punto más bajo por la mañana, lo que lleva al «aliento matutino». Cuanto más húmeda esté la boca de tu hijo, mejor huele. Cuando los niños comen, producen más saliva y masticar les limpia el interior de la boca. Otras fuentes de mal aliento incluyen:
- Una dieta inusualmente alta en proteínas
- Problemas crónicos con amigdalitis
- Ansiedad
- Depresión
- Estrés
- Problemas poco comunes
El dentista puede enviarte a un pediatra si la fuente del mal aliento no es la boca ni la lengua. Después de todo, el olor bucal puede ser una de las formas en que el cuerpo envía señales de una enfermedad subyacente. La fuente más fácilmente reconocible, además de la lengua, son los senos paranasales. Si tus hijos tienen problemas crónicos con los senos nasales, o tienen infecciones recurrentes de los senos paranasales, es posible que tengan un olor bucal distintivo que un médico puede reconocer.
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